7.6.2018
CosmoSalud

¿Cómo evitar las intoxicaciones en verano?

Las intoxicaciones alimentarias son, junto a la deshidratación, las picaduras de insectos o las quemaduras solares, uno de los problemas de salud más frecuentes del verano. 

 

Las altas temperaturas favorecen el desarrollo de los microorganismos que pueden convertir un alimento inocuo en un producto peligroso.

Por ello, desde la Agencia Española de Consumo y Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), nos ofrecen estas 10 sencillas precauciones que nos ayudarán a evitar estas enfermedades provocadas por una mala manipulación o conservación de los alimentos.

Consumir alimentos que hayan sido tratados o manipulados higiénicamente.

Evita consumir leche sin tratamiento térmico, es decir, leche cruda y recuerda que las carnes, los pescados y los productos de repostería deben estar refrigerados o congelados. Si preparas en casa mayonesas, salsas, cremas, etc., recuerda que su consumo debe ser inmediato, no provechar las sobras y mantener la conservación en frío.

Cocinar correctamente los alimentos

Los alimentos pueden estar contaminados por microorganismos, por ello debes cocinarlos bien para que puedan ser destruidos por el calor. La temperatura a la que debe someterse el alimento debe ser suficiente para que alcance un mínimo de 70ºC en el centro del producto.

Consumir alimentos inmediatamente después de ser cocinados

No dejar nunca los alimentos cocinados a temperatura ambiente, así evitaremos la proliferación de gérmenes.

Un alimento cocinado, es un alimento higienizado

Los alimentos que no puedan ser consumidos inmediatamente o las sobras que se quieran guardar, deben mantenerse bajo calor (por encima de 60ºC), o del frío (a 7ºC como máximo).

Si vas a consumir pescado crudo o poco cocinado en casa, recuerda que antes debes congelar el pescado durante varios días.

Calentar suficientemente los alimentos cocinados

No siempre es posible aprovechar sobras de una comida anterior, pero si decides hacerlo, calienta dichas sobras a temperatura máxima antes de consumirlos.

Evitar el contacto entre los alimentos crudos y los cocinados

Un alimento cocinado puede volver a contaminarse por contacto con los alimentos crudos o con objetos que anteriormente hayan contactado con un alimento crudo (cuchillos, tablas, superficies, trapos…).

Asegurar una correcta higiene de la persona que va a manipular los alimentos y una limpieza adecuada en todas las superficies de la cocina

La persona que manipula los alimentos es imprescindible que tenga las manos siempre limpias, que las lave cada vez que haga falta y siempre que haga uso del servicio.

Debe hacerse la limpieza de la cocina diariamente y es muy importante que el almacenaje de la basura se encuentre en recipientes lisos, lavables y cerrados y por supuesto que no se encuentren cerca de los alimentos.

Mantener los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores y animales de compañía

Utilizar agua exclusivamente potable para beber y para preparar alimentos.

No consumir alimentos perecederos que estén expuestos a temperatura ambiente.

En bares, cafeterías, etc., todos los alimentos deben estar protegidos por vitrinas y conservados en condiciones sanitarias adecuadas. Por supuesto, deben estar refrigerados siempre que sea preciso.

Estas medidas deben ser exigidas por el consumidor, y cuando se observe que no se cumplen, los alimentos deben ser rechazados.

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