7.9.2017
CosmoSalud

La cefalea tensional

La cefalea tensional antes denominada cefalea por contractura muscular es uno de los tipos de dolor de cabeza más frecuente en el ser humano, el dolor de cabeza más frecuente dentro del campo de las cefaleas y se caracteriza por ser bilateral, sensación de presión en la cabeza, de intensidad soportable, sin nauseas, y que no empeora con la actividad física.

El término de cefalea tensional se refiere a un dolor de cabeza de origen no vascular, hasta hace poco se llamaba  cefalea por contractura muscular porque muchos de los casos estaban relacionados con contracturas a nivel cervical, se le llama tensional ya que suele estar presente una tensión emocional, derivada de algún tipo de conflicto,  bien producido por estrés laboral o emocional que desencadena tensión en la columna cervical y facilita el dolor de cabeza.

Signos y síntomas 

En este tipo de dolores de cabeza el dolor suele ser de carácter bilateral aunque también puede ser unilateral, afectando a la región anterior frontal, lateral temporal,  posterior occipital, puede manifestarse con un dolor no pulsátil en forma de cinta o con una  sensación de tensión en ciertas regiones como la nuca o región sub-occipital. El fenómeno desencadenante de este tipo de cefaleas suele ser la tensión física o psicológica que puede derivar de alguna disputa con un compañero con tu pareja o sencillamente una excesiva sobrecarga laboral. También puedes desencadenase por una postura que genera una tensión cervical mantenida durante horas.

Causas de las cefaleas tensionales

Dentro de las causas desencadenantes de la cefaleas tensionales, encontramos:

  1. Estrés tanto físico como emocional
  2. Exceso de consumo de alimentos con cafeína
  3. Alto consumo de alcohol
  4. Tensión a nivel ocular
  5. Fatiga o sobrecargas musculares

​​Consejos para evitar desencadenar cefaleas tensionales: 

Controla el estrés
Ya que este es uno de los principales factores desencadenantes de las cefaleas tensionales y migrañas, esto debido a que el estrés suele generar contracturas en nuestros músculos, sobre todo en algunos en específico como el trapecio, ocasionando dolor, molestias, incapacidades funcionales y por supuesto, afectando nuestra calidad de vida.

Evita en lo posible el uso de analgésicos y antiinflamatorios
Ya que el abuso y utilización repetida de ellos para tratar el dolor de cabeza acaba provocando más dolor de cabeza.

Evita los alimentos que pueden provocar el dolor de cabeza: 
Café, chocolate, queso... Sobre todo si eres una persona propensa a sufrir dolores de cabeza o cefaleas tensionales.

Cuida tu hígado para evitar las cefaleas y migrañas
Mantener este órgano en buenas condiciones es fundamental para prevenir cualquier dolor de cabeza, y no se trata sólo de que NO esté enfermo, sino de lograr que se mantenga sano.

Identifica y evita los trabajos y posturas 
Este es un consejo muy importante, ya que aquellas posturas o trabajos que contribuyen al padecimiento de los dolores de cabeza son muy frecuentes en nuestra vida cotidiana, por lo que puede que ni siquiera identifiquemos que está generando dicho malestar. Es por ellos que os invitamos a poner más cuidado y atención a todas las posturas que adoptas durante el día y cual de ellas está causando un efecto perjudicial en tu organismo, generando migrañas y cefalea tensional.

Hay ejercicios, estiramientos y fisioterapia 
Existe una cantidad muy diversas de ejercicios, estiramientos y terapia física manual (masajes decontracturantes) que son de gran utilidad para controlar y paliar el dolor de cabeza y las migrañas.

 

Tratamiento

Los pacientes con cefalea tensionales acaban generando una tensión en la musculatura que provoca el dolor de cabeza.

Desde el punto de vista fisioterapéutico es muy importante aliviar la musculatura de la nuca y la columna cervical, además de realizar una valoración y tratamiento de la movilidad cervical.

Hay algunas técnicas de tratamiento instrumental para la cefalea tensional como la fibrólisis diacutánea que puede ser muy beneficioso en estos casos sobre todo aplicado en la zona sub-occipital, terapia manual dirigida a la musculatura temporal y de la musculatura de la mandíbula, osteopatía estructural centrada en pelvi, tórax, costillas y tres primeras vértebras cervicales. osteopatía craneal de las suturas  y apertura de agujeros de la base del cráneo, terapia craneosacral; técnicas viscerales dirigidas principalmente a diafragma, estómago, liberación de los puntos gatillo de la musculatura cráneo-cervico-mandibular  de forma manual o con punción seca de la atm (mandíbula); tratamiento integral del sistema fascial, Relajación de la musculatura suboccipital; finalmente como complemento  técnicas de relajación o  control postural.

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