23.2.2017
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La importancia de la hidratación durante el entrenamiento

importancia de la hidratación

Cuando realizamos ejercicio, nuestro cuerpo pierde agua a través del sudor. La sudoración es el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para mantener una temperatura corporal estable de 37 grados, óptimos para el funcionamiento de nuestro organismo. Este mecanismo de regulación térmica natural necesita del agua para funcionar, por eso si no reponemos el líquido que perdemos nos deshidratamos. 

Cuando realizamos ejercicio, nuestro cuerpo pierde agua a través del sudor. La sudoración es el mecanismo que tiene nuestro cuerpo para mantener una temperatura corporal estable de 37 grados, óptimos para el funcionamiento de nuestro organismo. Este mecanismo de regulación térmica natural necesita del agua para funcionar, por eso si no reponemos el líquido que perdemos nos deshidratamos.

La importancia de la hidratación durante el entrenamiento

Hoy en día aún persisten demasiados mitos sobre la hidratación deportiva que conviene derribar. Hay desde quien aconseja no beber antes para evitar la fatiga hasta quien dice que hacerlo durante el ejercicio nos sentará mal. En cualquier caso, estos mitos sobre la hidratación deportiva perjudican más que ayudan a los deportistas pero,

¿cómo debemos hacer para hidratarnos correctamente durante el ejercicio?

Primero de todo, es importante concienciarnos de que tenemos que beber agua durante el ejercicio. Cuando hacemos ejercicio durante una hora, nuestro cuerpo pierde agua y si no la reponemos adecuadamente corremos el peligro de deshidratarnos.

Las consecuencias de la deshidratación varían según el grado. Un grado leve de deshidratación se manifiesta por un lado en la disminución del rendimiento físico y por otro en el aumento de la temperatura corporal y de la frecuencia cardíaca, de ahí la importancia de contar con pulsómetros durante la realización del ejercicio. A medida que nuestro nivel de deshidratación aumenta aparecen otros síntomas más peligrosos para nuestra salud, como calambres, cefaleas, fatiga y vómitos.

En casos severos de deshidratación pueden llegar a producirse desmayos, desorientación e hipertermia, de ahí que sea una cuestión que conviene tomarse en serio, en especial para los deportistas de alta intensidad al aire libre.

Entonces, ¿cómo debemos hidratarnos? Una correcta hidratación deportiva comienza al menos una hora antes del ejercicio. Debemos beber no más de medio litro de agua para preparar a nuestro organismo para el esfuerzo que vamos a realizar posteriormente.

Durante el propio ejercicio también tendremos que hidratarnos. Lo ideal es contar con una botella de agua a mano que nos permita beber pequeños sorbos aproximadamente cada 20 minutos. Aunque no es necesario realizar un control estricto del tiempo: se trata tan sólo de una referencia. Nuestro propio organismo nos dará señales de que debemos hidratarnos, así que tendremos que estar atentos. Lo importante es que durante el ejercicio la ingesta de agua tiene que realizarse en sorbos pequeños para que no nos produzca fatiga ni nos ralentice durante la actividad.

Una vez que hemos terminado de hacer deporte, nuestro organismo sigue manteniendo un alto consumo de energía para devolver nuestro cuerpo a la calma, por eso seguimos sudando. Es importante que repongamos los líquidos perdidos poco a poco, no de golpe.

Nuestro sudor se compone en un 99% de agua y un 1% de nutrientes como sodio, cloro, potasio, magnesio, calcio, hierro, cobre y cinc. Esta composición lleva a muchos a creer erróneamente que es preferible beber bebidas isotónicas a beber sólo agua. Sin embargo, el agua es siempre la bebida reina en los entrenamientos diarios. Las bebidas isotónicas es preferible reservarlas para las competiciones o los entrenamientos de alta intensidad.

Una correcta hidratación deportiva no sólo mantiene nuestro estado de salud sino que nos ayuda a mejorar el rendimiento deportivo.

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