31.3.2022
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Yoga: Cuerpo, mente y respiración

Partiendo de su principal ley moral, la de la no violencia hacia uno mismo, con el yoga aprenderás a respetar tu cuerpo, a sentir cómo está y hasta dónde lo puedes llevar.

Una de las actividades dirigidas con mayor aceptación en Cosmopolitan Wellness Club es el yoga. Gracias a esta disciplina tradicional con origen en la India, que cuenta con múltiples escuelas y técnicas que se adaptan a todo el mundo, puedes no solo mejorar a nivel físico, ganar elasticidad, flexibilidad, también crecer a nivel psicológico y espiritual, de ahí que su práctica sea una de las más demandada por nuestros socios.

Partiendo de su principal ley moral, la de la no violencia hacia uno mismo, con el yoga aprenderás a respetar tu cuerpo, a sentir cómo está y hasta dónde lo puedes llevar, a ser sincero contigo mismo, a conseguir una armonía, el equilibrio entre cuerpo y mente, alcanzar el ansiado bienestar físico, mental y espiritual. Y es que todos sabemos respirar, pero pocos lo hacemos bien.

Precisamente la respiración (pranayama) es uno de los tres pilares básicos del yoga y que está íntimamente ligado a las posturas (asanas) y las secuencias de posturas (vinyasa-krama). Una combinación que te permitirá no solo rebajar paulatinamente el estrés, también llegar a controlarlo, a no alterarte ante una situación estresante, a verla de otro modo.

En el yoga se movilizan articulaciones, músculos, se trabaja la flexibilidad y especialmente la apertura de pecho, las expansiones, para combatir la principal consecuencia física del estrés al que estamos sometidos en los tiempos que corren. Esta disciplina tiene, por tanto, efecto a nivel físico y también mental: habrás oído hablar de la ‘reacción de lucha o huida’, de las respuestas corporales de activación, que son más acusadas cuando más activado se encuentra lo que se conoce como nuestro sistema nervioso simpático. Junto a este tenemos el sistema nervioso parasimpático, que actúa tras el simpático para llevarnos de vuelta al punto de equilibrio. En el yoga trabajamos este último, aprendiendo ralentizar el ritmo cardíaco, desacelerar los patrones respiratorios, a ayudarnos a estimular los procesos digestivos, el movimiento intestinal, incrementar la secreción de glándulas digestivas, de lágrimas y de saliva. Con el yoga, con sus 84 asanas y el control de la respiración, llegarás a relajar todo aquello que se activa cuando estás estresado (dolor de tripa, respiración acelerada, etc.). Pero como hemos dicho, reducir el estrés no es el único beneficio que lleva aparejada la práctica de esta disciplina:

  • trabajas el suelo pélvico
  • mejoras la capacidad y respiración
  • mejoras la movilidad de articulaciones y columna
  • mejoras o incrementas tu elasticidad/flexibilidad
  • consigues calma y bienestar
  • y aprendes a respetar y querer a tu cuerpo
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